Conociendo el Trastorno Límite de Personalidad
Apoyo profesional
tratamiento continuado
¿Qué es el Trastorno Límite de Personalidad?
La Asociación TLP IMPULSO (Apoyo para la atención del Trastorno Límite de Personalidad) tiene como finalidad principal fomentar medidas que apoyen la atención a las personas afectadas por un Trastorno Límite de Personalidad y sus familias, contribuyendo a la mejora de su calidad de vida.
Para conseguir este fin, resulta fundamental la visibilización del Trastorno Límite de Personalidad, por lo que a través de este documento te acercamos a conocer sus principales características.
El Trastorno Límite de Personalidad (TLP) está actualmente ubicado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su Quinta Edición (DSM-5) como parte del grupo B de los trastornos de personalidad (American Psychiatric Association, 2013). Según el DSM-5 (APA, 2013) el TLP se define como un patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:
1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado.
2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre devaluación e idealización.
3. Alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable.
4. Impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo.
5. Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación (son considerados a parte de los demás ítems).
6. Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo.
7. Sentimientos crónicos de vacío.
8. Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlarla.
9. Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves.
El TLP muestra una elevada tasa de prevalencia, cercana al 10% de los casos atendidos en las unidades de salud mental, que cursa con comportamientos de alto riesgo, como las autolesiones, los intentos de suicidio y la agresividad, unido a los altos niveles de sufrimiento personal y familiar que conlleva.
Dadas las características de este trastorno, es fundamental un tratamiento continuado. Además, teniendo en cuenta la especificidad de la sintomatología y la gran cantidad de recursos empleados para su tratamiento, es indispensable el apoyo profesional, tanto sanitario como social, que favorezca el proceso de recuperación y lleve a cabo el seguimiento preciso para el éxito del mismo.